jueves, 7 de junio de 2018

Qué aprenden los profesores de natación en Inglaterra: Swim England

Aprender, aprender y volver a aprender.

Muy fan de cómo está organizada SwimEngland (La equivalente a la RFEN en cuanto a la enseñanza de la natación en Inglaterra). Conceptos claros, una gran organización y un programa dividido en Stages que van del 1 al 7 para el aprendizaje y del 8 al 10 para especializarse: natación, waterpolo, salto, sincro, etc.

Os subo unas fotos con ejemplos sobre cómo se dividen los Stages porque me parece muy interesante el trabajo sobre las habilidades, pero sobre todo cómo lo estructuran de cara a preparar a los futuros profesores/entrenadores, con objetivos claros, cuantificables y facilitando un contexto sobre el que basar el proceso de enseñanza.



Otra cosa que me está sorprendiendo gratamente y que creo que debe ser un espejo en el que mirarnos, es que en todas las piscinas ya sean Municipales o privadas, ha de seguirse esta progresión basada en habilidades (Skills) y en los standards dispuestos por Swim England para cada estilo (Os adjunto info sobre los standards del Crol).




Por otra parte y para mi esto es una de las claves, nadie, absolutamente NADIE, sin la formación de Swim England puede trabajar dando clases, ya sea como swimming assistant o swimming teacher, algo que las empresas respetan, y mucho. Sin ir más lejos, en mi caso, teniendo experiencia en España demostrada, certificados y todo lo necesario para trabajar, no podía ser contratado aquí sin las formaciones británicas. (También es cierto que ellos para estas cosas son muy suyos) pero dejando a un lado el chovinismo británico, creo que en este caso, se hacen muy bien las cosas y a la
vista está con 2 oros, 6 platas y 1 bronce en Rio 2016.

Lo dicho, aprender, aprender y volver a aprender.
Y a modo de Post Data, un pequeño toquecito a la RFEN: por favor, formaciones actualizadas, salimos todos ganando (Nadadores, profesionales y la natación española en general). No es productivo para nadie que las formaciones que oferta la federación (1000€ cada una, por cierto), que son las que luego te habilitan para trabajar como entrenador auxiliar o superior, estén en 2017 con los mismos temarios que hace 20 años.

Curso de entrenador auxiliar - Febrero 2018


viernes, 9 de marzo de 2018

Una sesión divertida para trabajar la velocidad (2): Mario Bros


Hoy hemos realizado un juego cuya finalidad era trabajo de velocidad, con y sin aletas, alternando los estilos de mariposa y crol. 

El juego lo hemos llamado el "Mario bros acuático" ya que a mis nadadores les recordaba al cuadrito que sale entre mundo y mundo en ese juego. Yo en cambio tenía pensado llamarlo "Oca acuática", inspirado por mi colega Pablo Racero, pero como se trata de que ellos se identifiquen, os presento al Mario Bros acuático. 

Para comenzar hemos hecho un pequeño calentamiento y luego nos hemos liado con la actividad que consiste en lo siguiente:

En primer lugar hay que señalar que la finalidad es llegar de la casilla de inicio a la meta.

Se colocan los nadadores por parejas de velocidad similar y se conforman dos equipos. Antes de nadar se lanza una moneda, si sale cara el sprint se hará a mariposa y si sale cruz a crol  (Aquí también podríais usar un dado y que hayan 6 opciones de nado). El que gane la carrera avanzará una casilla (Lo comprenderéis mejor mirando la foto). Mientras tanto, los nadadores que están descansando tienen que resolver un acertijo que hay en la pizarra para ambos equipos, aquel que lo consiga podrá avanzar tres casillas. Cuando el acertijo se acierta se coloca otro (El hecho del acertijo me parece clave para tener a los nadadores controlados, entretenidos y motivados). 

En cuanto a las casillas, tenemos varias especiales que podéis ver en la foto: una primera en la que todo el equipo debe ponerse las aletas cuando caigan en ella, otra en la que si caen deben retroceder tres posiciones y una última dónde tras pasarla todo el equipo ha de quitarse las aletas (Aquí podéis dejar volar la imaginación y poner todas las que se os ocurran).

Por otra parte decir, que durante el juego, de vez en cuando, le daba valor doble o triple a las carreras, de modo que si se ganaba, en vez de avanzar una casilla, se avanzaban dos o tres. Esto lo hacía si veía que esa pareja de nadadores no estaba muy motivada. Cuando los compañeros se enteraban, los animaban, se venían arriba y corrían como becerros.

En resumen, nos lo hemos pasado muy bien, el objetivo era que cada nadador realizase 300 m de velocidad (con y sin aletas), con bastante descanso entre serie y serie para recuperar reservas de ATP y PC, aparte de tener tiempo para corregirlos después de realizar los sprints, objetivos que con este juego hemos conseguido.



jueves, 22 de febrero de 2018

Una sesión divertida para hacer metros: VIAJANADAR O MONOPOLY ACUÁTICO

Se coloca en la pizarra un recorrido entre dos ciudades. Yo he elegido El Puerto y Jerez de la Frontera (16 KM). El objetivo es cubrir la distancia entre El Puerto y Jerez sumando los metros que hagamos entre todos los del equipo. Así, formamos dos equipos uno irá representado en el mapa por un coche rojo y otro por un coche verde. Cada vez que conseguimos 500 metros avanzamos una casilla con nuestro coche. Por otro lado a lo largo del camino encontraremos paradas como la gasolinera a la cual llegaremos y obtendremos la posibilidad de ponernos las aletas durante una ronda. También tenemos “El  casting de la voz”: cuando lleguemos cada equipo deberá hacer un grito de guerra que le dará 2000 metros extra.  Podemos inventarnos lo que queramos. Hay que aclarar que los metros contabilizados son la suma de los metros que ha hecho cada nadador, es decir, si en una calle salen 10 nadadores y hacen 50 metros cada uno, se avanzarían 500 metros.

Por otro lado, los nadadores que estén fuera esperando a los compañeros que están nadando y que le darán el relevo, tienen que resolver una serie de acertijos los cuales tienen un valor de 1000 metros cada uno (Este valor lo podéis variar según veáis si será posible cubrir la distancia desde los puntos que habéis propuesto o no). 





En cuanto a qué estilos se nadan cada ronda, o cada 500 metros hemos colocado en la pizarra como veis en la foto 6 "maneras de desplazamiento", de tal modo que cada equipo tira el dado y se determina de qué forma se nadará.





Variantes: si el objetivo es hacer muchos metros en vez de salir de 2 en 2 que salgan de 5 en 5 a cubrir metros, o de 6 en 6 y que sean siempre solo dos los que mientras descansan intenten resolver los acertijo. Si el objetivo es hacer intensidad se puede salir de 2 en 2 o de 1 en 1 y premiar con metros extra al equipo que llegue primero. En algunas ocasiones si los dos equipos estaban atascados en el mismo acertijo premiaba con más metros a aquel que lo adivinara primero. Todo esto también está al servicio de vuestra imaginación.

Consideraciones después de haberlo hecho: no dibujar un camino sino hacerlo con casillas que correspondan a 500 metros cada una (o lo que estimemos oportuno)  y cada 5 casillas se pone un acertijo dado la vuelta en esa casilla y si se acierta se avanzan dos casillas más como premio. Así pienso que se podrá controlar mejor el juego por parte del entrenador. 


A pesar de todo lo niños se lo pasaron muy bien y no pararon de nadar en toda la hora que al fin y al cabo era el objetivo. Lo recomiendo y os animo a que le echéis imaginación y propongáis todas las variantes que se os ocurran. 


domingo, 11 de febrero de 2018

¿Hasta que punto debemos presionar a nuestros jóvenes nadadores?


He traducido la entrada del Blog de Rick Madge en su blog: "How hard all we push our young swimmers?". Me resulta muy interesante, resume muy bien los motivos que me llevan a no machacar a los nadadores del equipo benjamín y aunque no obstante, hay cosas que matizaría, las dejaré para otra entrada ya que el fondo del artículo de Madge es lo que me interesa.


No es fácil, sin embargo, trabajar con esta filosofía hoy en día y menos cuando tratas de emplearte en un proyecto a largo plazo que sacrifica los éxitos inmediatos en beneficio de un futuro más alentador y más feliz para los nadadores. Al final, creo que todas las trabas que aparecen se resumen en la falta de valores y confianza en los profesionales que nos dedicamos a esto unida a los muchos egos que hay en juego, principalmente entrenadores y padres (¿Por qué no le metes más caña a mi niño? ¡Métele más caña! ¡Mi hijo ha quedado el último! ¡Mira, tienes la mínima para dentro de dos años!), quienes quieren ver a los niños triunfando sin reparar en que esto es una carrera de fondo que se culminará dentro de muchos años. Es una pena, provoca que no machacar a los niños para que sean los mejores y los más rápidos a la edad de diez años suponga un problema, cuando realmente, en mi opinión, presionar a estos nadadores podría comprometer su futuro como grandes deportistas. 

También habría que incluir en este apartado el cómo algunas federaciones organizan las competiciones para estas edades aunque en mi caso, la FAN (Federación Andaluza de Natación) creo que está haciendo grandes avances en este aspecto en los últimos años.

A continuación os dejo con la traducción del artículo. Espero que ayude a comprender a quien lo lea, los motivos de por qué otra manera de enfocar el trabajo con nuestros benjamines es posible y necesaria.



Traducción: https://coachrickswimming.com/2014/09/14/how-hard-should-we-push-our-young-swimmers/


¿Cómo de duro debemos entrenar a nuestros nadadores jovenes?
September 14, 2014 · by Rick Madge · in Coaching ·
Traducido: Manuel Rodríguez Acuña 
¿Cuántas horas de entrenamiento debemos emplear con nuestros nadadores más pequeños? ¿Còmo de intenso debe de ser el entrenamiento? ¿Cuándo deberíamos pedirles que abandonen otros deportes y se especialicen en natación? Estas son preguntas que nos han estado rondando durante años. Y mientras el mundo de la natación está dividido en este asunto, en la práctica hay pequeñas discrepancias.
Por una parte, temenos la dura y visible evidencia de que la élite de la natación empezó a una edad muy temprana. Michael Phelps es un ejemplo perfecto. El empezó a nadar a los 7 años, y fue campeón del mundo y WR  a los 15. Para comprobar como sucede con el resto de los nadadores de élite, os traigo una lista de los 20 mejores nadadores y buscaremos la edad a la que 11 de ellos empezaron a nadar formalmente. El promedio de edad fue para esos 11 nadadores fue los 6.8 años.
Esta especialización tempranera de las estrellas ha llevado a una gran, posiblemente subconsciente, corriente en natación que quiere que los nadadores comiencen pronto y que se especialicen pronto. Esta es la razón por la que vemos equipos donde nadadores benjamines (de 10 años o menos) tienen muchos entrenamientos a la semana y partes de la temporada donde se entrenan dos o tres veces al día. También oímos como los tiempos de las competiciones de estos niños son alucinantes: tres niñas de menos de diez años obtuvieron Long Course USA récords en este año: 36,13 para un 50 braza, 1,17,74 para un 100 braza y 1,08,67 para 100 mariposa, ¡Increíble!
Pero este es el problema. Tu no obtienes estos resultados en nadadores tan pequeños sin un entrenamiento duro detrás de ellos. Y los datos muestran que estos resultados no necesariamente se traducen en un éxito en el futuro. De hecho, ocurre lo contrario.
Un studio de ASCA sobre este tema lo simplifica de la siguiente manera:


Ahora, mira la table otra vez y piensa sobre qué se desprende de ella. Solo el 11% de los nadadores en el Top 100 en cualquier evento de categoría benjamín están en el Top 100 a las edades de 17/18 años. Pero es más increíble si nos fijamos en que sólo el 50% de los nadadores en el Top 100 en las edades de 15-15 están aún en ese top a los 17-18. ¡Son solo 1-2 años más tarde! El studio va encaminado a decir que muchos de los futuros nadadores de élite nunca llegarán al Top 100 en los grupos de edad (Jóvenes nadadores).
·         La media de edad de los nadadores olímpicos estadounidenses en 2012 fue 23.7
·         La 2001 National Alliance para deporte base encontró que el 70% de los niños dejan de hacer deporte a la edad de 13 años porque ya no es divertido.
·         Un estudio reciente de Swimming Science recoge que la temprana especialización incrementa la probabilidad de quemar a los nadadores  y que se retiren de la práctica deportiva. Aparte estos estudios sugieren que el éxito es inversamente proporcional con grandes volúmenes de entrenamiento a la edad de 14 años.
Juntamos todo esto último y tenemos un problema. A pesar de la considerable evidencia que os acabamos de mostrar, tenemos un enfoque que hace énfasis en el entrenamiento duro con los niños, forzándolos a especializarse sólo en natación desde muy pequeños.
Pero, ¿Por qué pensamos de esta manera? ¿Por qué sistemáticamente presionamos a nuestros nadadores tan duramente?
Parte de esta pregunta aparece relacionada en gran parte por la infame regla de los 10 años. Esta regla se hizo popular gracias a Dan Coyle en su librio, “The Talent Code”. Aquí el determinaba que para alcanzar la grandeza practicamente en cualquier campo, una persona necesita emplear 10,000 horas de práctica deliberada. El documento de desarrollo de atletas a largo plazo de Canada  (here) y el de Australia (here) ambos tienen este concepto como la base fundamental se su programa. Así, el programa de Estados Unidos no va tan lejos pero habla sobre que hay que emplear diez años de práctica, perseverancia y pasión para alcanzar el nivel de la élite (here).
La idea es simple. Si entrenas 10,000 horas para alcanzar la grandeza, y los nadadores ahora mismo están alcanzando su pico máximo de rendimiento alrededor de los 20 años, los nadadores deberán empezar alrededor de los 10 años con 1000 horas de entrenamiento intenso al año. ¿No hay otro camino, verdad? El documento australiano incluso afirma la siguiente: “No se puede cortar camino” (Ellos dicen esto, yo no pienso igual).
Hay un problema fundamental con todo esto. Está equivocado.
David Epstein en su libro, “The Sports Gene”, volvió al estudio original del Dr. Anders Ericson en violinistas, y encontró que los datos eran escasos, antiguos y solo proporcionaban los datos promedios para dominar el violín. Pero no había información sobre el rango que se había dado. Epstein encontró otro estudio mucho más extenso que trataba sobre el número de horas de práctica que necesitaban los jugadores de ajedrez para ser expertos. La media de tiempo superó las 11,000 horas – un resultado similar  al de los violinistas. Sin embargo, este estudio también señaló el rango de horas necesarios para alcanzar el nivel de experto osciló: de un mínimo de de 3000 horas a algunos participantes que habían estado 25,000 horas y no lo habían alcanzado todavía.
Según qué rango de horas consideremos el oportuno el impacto causado será muy diferente: 3000 horas equivale por lo menos a 3 años, no 10. Si la grandeza toma la pequeña cifra de 3 años o la estrepitosa de 25, entonces esto cambia toda la naturaleza de los programas de desarrollo a largo plazo del rendimiento. Aparentemente son atajos. Posiblemente, no necesitemos empezar a entrenar a los 10 años durante 1000 horas al año para que ellos puedan alcanzar la élite a los 20. Tal vez, es posible que si nosotros no empezáramos la especialización a una edad tan temprana, no tendríamos tantos nadadores talentosos quemados en la adolescencia. Claro, seguramente,  no registraremos récords tan alucinantes en niños de 10 años, pero estos nadadores posiblemente seguirán nadando a un gran nivel a sus 20 años.
Este es el dilema.
Los datos muestran claramente que en natación los nadadores de élite empiezan  a especializarse muy temprano en su camino para alcanzar el éxito. Y esta especialización temprana claramente funciona para ellos. Pero estos nadadores representan aproximadamente a los que están situados en la cumbre. Si hablamos en porcentajes sería el 0,001% de  los nadadores.
Los estudios también indican que una tempranera iniciación puede ser beneficiosa para todos los nadadores. Es la especialización temprana y un precipitado inicio al entrenamiento intenso lo que provoca que muchos nadadores se cansen de las demandas del deporte o dejen de mejorar en relación a sus compañeros. Y ahora, estamos hablando del 99,999% de los nadadores, lo cuales no alcanzan la élite.
¿Debemos entrenar a nuestros nadadores asumiendo que ellos serán parte del pequeños grupo de la élite? ¿Sobre la suposición errónea de que el entrenamiento intenso debe comenzar de pequeños para alcanzar la grandeza? ¿O proporcionaremos a nuestros nadadores un poco de equilibrio en sus vidas y los entrenaremos para que aún se diviertan cuando alcancen su pico físico a los 20 años?
Esta es la pregunta que cada entrenador tiene que hacerse a si mismo.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Equipo Benjamín - prebenjamín temporada 03 noviembre 17/18 Seguimos trabajando en nuestros objetivos

Comparto esta imagen que corresponde a nuestra pizarra de entrenamiento. Que los nadadores, independientemente de la edad, estén en conocimiento de los objetivos tanto a corto, medio como largo plazo me parece fundamental para aumentar la motivación y contextualizar el trabajo diario. 


jueves, 9 de febrero de 2017

Haberlo conseguido todo en España, ser un treintañero, tropezar y no morir en el acto

Lo ocurrido con Iker Casillas es algo que se repite con muchos deportistas españoles y no hace más que definirnos como nación. Lo llamaban “el Santo”, nos dio un Mundial y muchas otras tantas alegrías en forma de paradas. Durante largo tiempo defendió los colores de nuestro país y se convirtió, sin quererlo, en uno de los deportistas más respetados de España.  Una referencia para muchos dentro y fuera del fútbol. Era nuestro icono, alguien de quien podías estar orgulloso en el extranjero, nuestro representante, y aparte, el mejor portero del mundo. Nadie se esperaba lo que iba a pasar después, o quizá sí, porque somos así y deberíamos haberlo imaginado.



Mientras en Italia, Francia, Inglaterra u otros países los grandes mitos de su deporte son cuidados, valorados y tenidos en cuenta, aquí en España los convertimos en bufones de la corte en cuanto bajan su rendimiento. Un solo tropiezo basta para que comience el linchamiento mediático. La edad se convierte en un arma de doble filo. Si fallas una vez con 22 años, se te deja pasar, tienes un próspero futuro por delante y la inexperiencia te ha jugado una mala pasada. Tranquilo, no pasa nada. Si fallas con 33 o si simplemente tienes una mala racha, estás quemado, ya no vales para esto, eres viejo, eres malo, eres un paquete, debes buscarte la vida en otro país, debes buscar un lugar en el que te valoren porque nosotros, lo siento, no vamos a hacerlo. No hay lugar para la veteranía.  Y no te salvas, ya puedes ser Dios o ser un Santo, que si estás al borde del abismo te vamos a dar el último empujón. No
David Cal, deportista español más laureado en la historia de los JJOO
vamos a creer en ti, sencillamente porque pasas de la treintena. No nos importas, ya no. Aunque la ciencia diga que aún eres apto para ser quien eres. Y es que nos podríamos definir como el país del oportunismo, nos viene al pelo esa etiqueta.

 Aun así, algunos dirán que esto no es cierto, que somos latinos, viscerales, pasionales... Otros echarán la culpa al propio deportista por no “saber retirarse” ¿No esperarás que valoren lo que haces a pesar de la edad verdad? Yo digo, en cambio, que somos chaqueteros, incongruentes, injustos, desagradecidos, ignorantes…. Y lo peor es que ignoramos a consciencia. Sabemos lo duro que hay que trabajar para llegar lejos, o al menos lo intuimos, pero es algo que pasaremos por alto si caes unos metros hacia abajo por la ladera de esa cumbre que tanto esfuerzo te ha costado alcanzar. No te ayudaremos a subir de nuevo, es más, haremos lo posible porque caigas unos metros más. Somos resultadistas y actuamos en base a eso, solo a eso, al aquí y ahora, no hay más, no nos importa nada más ¿El trabajo duro? ¿Los valores que has transmitido durante años y sigues transmitiendo? Lo sentimos, no serán tenidos en cuenta. O eres el Santo o eres Satanás, o blanco o negro, no hay un punto intermedio. No se te ocurra tropezar en este país porque si lo haces olvidaremos todo lo que has sido, todo lo que has hecho y te convertirás en una caricatura de quien fuiste, un mero "sparring" de unas gentes sedientas de ver como el que un día estuvo en la cumbre fracasa, cae y es un perdedor como nosotros.

Dicho esto no hay más conclusión que pensar que es lo que somos, un país de fracasados, de frustrados que no dejamos la oportunidad de desahogarnos con quien se hunde como nosotros. Nunca está de más sentirse identificado. Un país en el que hacemos nuestras las alegrías de otros y no estamos en las desgracias de quienes fueron artífices de esos momentos. Y no solo eso. No es que no  vayamos a levantar al que se cae, aparte lo vamos a pisotear, trataremos de hundirlo y disfrutaremos con ello. Eso sí, que no se preocupe, aún hay esperanza, si a pesar de todo es capaz de sobreponerse, levantarse magullado, mirar arriba y retomar el rumbo, estaremos con él. Estaremos a muerte, porque ¡COÑO! Somos pasionales, somos viscerales y sus victorias son nuestras victorias.

Este artículo va dirigido y dedicado a los deportistas que nos hemos cargado gracias a nuestra pasión. Rafa Muñoz, mejor marca mundial en los 50 metros mariposa o David Cal, piragüista y medallista español más laureado en unas Olimpiadas. Son solo ejemplos.  A aquellos que han sufrido del visceralismo español pero siguen ahí como Iker Casillas, Fernando Alonso o Rafa Nadal quien hace unas semanas en Australia alcanzó de nuevo la cumbre y volvió a convertirse en el Rafa de todos los españoles. Y por supuesto a todos los que practican deporte al nivel que sea y hayan tropezado, no sois viejos, eso es lo que os han hecho pensar, no creáis eso, ni lo pongáis como excusa. Si alguien dejó de creer en vosotros, seguid remando, seguid trabajando. El tiempo pone a cada uno en su lugar y vosotros, por suerte, aún tenéis tiempo. ¡Guerreros treintañeros! 

domingo, 20 de julio de 2014

Mi primera y humilde historia: uso del fastskin en categorías inferiores

Llevo mucho tiempo queriendo redactar un blog sobre mis experiencias con los nadadores a los que entreno y lo que ha pasado este fin de semana en Baena me ha inspirado y me ha parecido la razón más oportuna para escribir la primera entrada de este blog.

Este Jueves 17 emprendimos nuestro viaje a Baena (Córdoba) con 20  nadadores pertenecientes al equipo benjamín del Club Natación Portuense. Allí se disputaba el Andaluz de Jóvenes nadadores, donde niños de todas partes de Andalucía compitieron por estar entre la élite de la región.

Llevo con estos nadadores desde el mes de febrero, momento en el que el Club Natación Portuense me dio la oportunidad de hacerme cargo de las categorías más inferiores del equipo. Desde entonces entreno a niños de entre 9 y 11 años que ya se han convertido en parte de mi vida. Con esto vengo a contaros algo que desde que empecé con ellos me trae de cabeza: el tema de los "fastskin", que para quienes no sepan lo que son, os lo explico brevemente: se tratan de bañadores de competición de alta tecnología que reducen la fricción con el agua para conseguir una menor resistencia y por tanto un mejor deslizamiento/avance que repercute en la mejora de los tiempos, aunque el factor psicológico o efecto placebo influye bastante. 



Resulta que los entrenadores del Club Natación Portuense no permitimos el uso de estos bañadores hasta que los niños no alcanzan una edad más madura por una sencilla razón: en estas categorías tan inferiores, creemos,  deben aprender a competir con un bañador convencional antes de dar el paso a los de alta tecnología puesto que lo que se pretende evitar es que los nadadores creen una dependencia de estos tipos de bañadores. Aún y con todo la lucha por hacer entender a los pequeños que ya habían competido con "fastskin" que no necesitaban usarlo para ser rápidos fue dura. Recuerdo en el Trofeo de Jerez de este año cuando se les prohibió a dos niños del año 2003 y 2004 nadar con ellos: se les desencajó el rostro, ¡NO SABÍAN NADAR SIN ÉL, NO CONFIABAN EN ELLOS MISMOS SI NO TENÍAN UN FASTSKIN PUESTO! Nadaron, y claro, lógico (ironizo), subieron, ¿La razón? Para ellos estaba clarísima, no habían nadado con su "fastskin". Llantos, llantos y más llantos. Con todo esto y a un mes y poco para el Jóvenes Nadadores (Campeonato de Andalucía) me puse como objetivo conseguir que aquellos que dependían de un bañador de "alta tecnología" dejaran de ser dependientes de ellos. Mucho, mucho esfuerzo, muchas charlas con unos y con otros, hasta un experimento dos días antes del campeonato para hacerles ver que el uso del sus "fastskin" no influía para nada en sus tiempos, tras el cual hablé con ellos y les dije que si se nadaba con el CORAZÓN, con garra y coraje no necesitarían el "fast". Tras esto a mi me quedaba la duda de si había calado el mensaje después de tanto esfuerzo, pero ya estaba todo el pescado vendido, no había más tiempo, el campeonato era en dos días y ahí sabría si tanta dedicación tenía su recompensa.  Era la prueba definitiva y yo ya me estaba temiendo que podía encontrarme con la misma papeleta que me encontré en Jerez: niños inseguros por no poder usar sus "prendas mágicas".

Así, de esta manera, llegó el día en que cogimos el autobús y partimos hacia Baena (Códoba), donde se celebraba el campeonato andaluz. Los típicos cánticos que solemos gritar en el CN. Portuense sonaban en la parte trasera del autobús. Eran mis nadadores. Yo estaba sentado un poco más adelante, orgulloso de ellos, la verdad, y de repente escucho a voz en grito: "NOOOOOO LLEVAAAAAMOOOOS NIIIINGÚNNN FASTSKIN".... Os lo dejo en vídeo, mejor que lo escuchéis: 



"No llevamos ningún fastskin, pero si CORAZONES, y después en el agua somos unos campeones". Fue escucharlos y dibujárseme una sonrisa, ¡OLEEEEEE, ESOS SON MIS NADADORES! El trabajo y esfuerzo habían dado sus frutos y el mensaje había calado, además de todo, me di cuenta de que ellos estaban orgullosos de no llevar fastskin, sintieron que era lo que los distinguía de los demás clubes y eso aparte de hacerles sentir diferentes en el buen sentido, les hizo sentirse grandes. Cuando llegamos allí a Baena, todos los equipos tenían su grito de guerra y el nuestro, cantado con orgullo por todos era el que acabáis de escuchar. La verdad, no podía ser otro, nos definía y ellos sentían que era su seña de identidad.

En cuanto a los nadadores que no eran capaces de competir y bajar sus tiempos sin usar un fastskin  llegó un punto en que se olvidaron por completo de si lo llevaban o no lo llevaban puesto. En ningún momento de la competición se volvió a pronunciar la palabra "fastskin" salvo en el grito de guerra. Todos fueron capaces de bajar sus tiempos y salieron contentos y orgullosos, orgullosos de haber aprendido a no depender de una prenda, orgullosos de nadar con el corazón y orgullosos de haberse superado tanto en sus marcas como en su dependencia de los "bañadores mágicos".

Y por otra parte estaba yo, pletórico y orgulloso también de ver como mis nadadores, a pesar de ser tan pequeños, actuaron de una manera tan madura y convirtieron lo que antes era un problema para ellos en su seña de identidad. Sin duda, mucho que aprender de estos enanos.