He traducido la entrada del Blog de Rick Madge en su blog: "How hard all we push our young swimmers?". Me resulta muy interesante, resume muy bien los motivos que me llevan a no machacar a los nadadores del equipo benjamín y aunque no obstante, hay cosas que matizaría, las dejaré para otra entrada ya que el fondo del artículo de Madge es lo que me interesa.
No es fácil, sin embargo, trabajar con esta filosofía hoy en día y menos cuando tratas de emplearte en un proyecto a largo plazo que sacrifica los éxitos inmediatos en beneficio de un futuro más alentador y más feliz para los nadadores. Al final, creo que todas las trabas que aparecen se resumen en la falta de valores y confianza en los profesionales que nos dedicamos a esto unida a los muchos egos que hay en juego, principalmente entrenadores y padres (¿Por qué no le metes más caña a mi niño? ¡Métele más caña! ¡Mi hijo ha quedado el último! ¡Mira, tienes la mínima para dentro de dos años!), quienes quieren ver a los niños triunfando sin reparar en que esto es una carrera de fondo que se culminará dentro de muchos años. Es una pena, provoca que no machacar a los niños para que sean los mejores y los más rápidos a la edad de diez años suponga un problema, cuando realmente, en mi opinión, presionar a estos nadadores podría comprometer su futuro como grandes deportistas.
También habría que incluir en este apartado el cómo algunas federaciones organizan las competiciones para estas edades aunque en mi caso, la FAN (Federación Andaluza de Natación) creo que está haciendo grandes avances en este aspecto en los últimos años.
A continuación os dejo con la traducción del artículo. Espero que ayude a comprender a quien lo lea, los motivos de por qué otra manera de enfocar el trabajo con nuestros benjamines es posible y necesaria.
Traducción: https://coachrickswimming.com/2014/09/14/how-hard-should-we-push-our-young-swimmers/
¿Cómo de duro debemos entrenar
a nuestros nadadores jovenes?
Traducido: Manuel Rodríguez Acuña
¿Cuántas horas de entrenamiento debemos
emplear con nuestros nadadores más pequeños? ¿Còmo de intenso debe de ser el
entrenamiento? ¿Cuándo deberíamos pedirles que abandonen otros deportes y se especialicen
en natación? Estas son preguntas que nos han estado rondando durante años. Y
mientras el mundo de la natación está dividido en este asunto, en la práctica
hay pequeñas discrepancias.
Por una parte, temenos la dura y visible
evidencia de que la élite de la natación empezó a una edad muy temprana. Michael
Phelps es un ejemplo perfecto. El empezó a nadar a los 7 años, y fue campeón
del mundo y WR a los 15. Para comprobar
como sucede con el resto de los nadadores de élite, os traigo una lista de los
20 mejores nadadores y buscaremos la edad a la que 11 de ellos empezaron a
nadar formalmente. El promedio de edad fue para esos 11 nadadores fue los 6.8
años.
Esta especialización tempranera de las
estrellas ha llevado a una gran, posiblemente subconsciente, corriente en
natación que quiere que los nadadores comiencen pronto y que se especialicen
pronto. Esta es la razón por la que vemos equipos donde nadadores benjamines
(de 10 años o menos) tienen muchos entrenamientos a la semana y partes de la
temporada donde se entrenan dos o tres veces al día. También oímos como los
tiempos de las competiciones de estos niños son alucinantes: tres niñas de
menos de diez años obtuvieron Long Course USA récords en este año: 36,13 para
un 50 braza, 1,17,74 para un 100 braza y 1,08,67 para 100 mariposa, ¡Increíble!
Pero este es el problema. Tu no obtienes
estos resultados en nadadores tan pequeños sin un entrenamiento duro detrás de
ellos. Y los datos muestran que estos resultados no necesariamente
se traducen en un éxito en el futuro. De hecho, ocurre lo contrario.
Un studio de ASCA sobre este tema
lo simplifica de la siguiente manera:
Ahora, mira la table otra vez y piensa
sobre qué se desprende de ella. Solo el 11% de los nadadores en el Top 100 en
cualquier evento de categoría benjamín están en el Top 100 a las edades de
17/18 años. Pero es más increíble si nos fijamos en que sólo el 50% de los
nadadores en el Top 100 en las edades de 15-15 están aún en ese top a los
17-18. ¡Son solo 1-2 años más tarde! El studio va encaminado a decir que muchos
de los futuros nadadores de élite nunca llegarán al Top 100 en los grupos de
edad (Jóvenes nadadores).
·
La media de edad de los nadadores
olímpicos estadounidenses en 2012 fue 23.7
·
La 2001 National Alliance para deporte
base encontró que el 70% de los niños dejan de hacer deporte a la edad de 13
años porque ya no es divertido.
·
Un estudio reciente de Swimming Science
recoge que la temprana especialización incrementa la probabilidad de quemar a
los nadadores y que se retiren de la
práctica deportiva. Aparte estos estudios sugieren que el éxito es inversamente
proporcional con grandes volúmenes de entrenamiento a la edad de 14 años.
Juntamos todo esto último y tenemos un
problema. A pesar de la considerable evidencia que os acabamos de mostrar,
tenemos un enfoque que hace énfasis en el entrenamiento duro con los niños,
forzándolos a especializarse sólo en natación desde muy pequeños.
Pero, ¿Por qué pensamos de esta manera?
¿Por qué sistemáticamente presionamos a nuestros nadadores tan duramente?
Parte de esta pregunta aparece
relacionada en gran parte por la infame regla de los 10 años. Esta regla se
hizo popular gracias a Dan Coyle en su librio, “The Talent Code”. Aquí el determinaba
que para alcanzar la grandeza practicamente en cualquier campo, una persona
necesita emplear 10,000 horas de práctica deliberada. El documento de
desarrollo de atletas a largo plazo de Canada (here) y el de Australia (here)
ambos tienen este concepto como la base fundamental se su programa. Así, el
programa de Estados Unidos no va tan lejos pero habla sobre que hay que emplear
diez años de práctica, perseverancia y pasión para alcanzar el nivel de la élite
(here).
La idea es simple. Si entrenas 10,000
horas para alcanzar la grandeza, y los nadadores ahora mismo están alcanzando
su pico máximo de rendimiento alrededor de los 20 años, los nadadores deberán empezar
alrededor de los 10 años con 1000 horas de entrenamiento intenso al año. ¿No
hay otro camino, verdad? El documento australiano incluso afirma la siguiente: “No
se puede cortar camino” (Ellos dicen esto, yo no pienso igual).
Hay un problema fundamental con todo
esto. Está equivocado.
David Epstein en su libro, “The Sports
Gene”, volvió al estudio original del Dr. Anders Ericson en violinistas, y
encontró que los datos eran escasos, antiguos y solo proporcionaban los datos
promedios para dominar el violín. Pero no había información sobre el rango que
se había dado. Epstein encontró otro estudio mucho más extenso que trataba
sobre el número de horas de práctica que necesitaban los jugadores de ajedrez
para ser expertos. La media de tiempo superó las 11,000 horas – un resultado
similar al de los violinistas. Sin
embargo, este estudio también señaló el rango de horas necesarios para alcanzar
el nivel de experto osciló: de un mínimo de de 3000 horas a algunos participantes que
habían estado 25,000 horas y no lo habían alcanzado todavía.
Según qué rango de horas consideremos el
oportuno el impacto causado será muy diferente: 3000 horas equivale por lo
menos a 3 años, no 10. Si la grandeza toma la pequeña cifra de 3 años o la estrepitosa
de 25, entonces esto cambia toda la naturaleza de los programas de desarrollo a
largo plazo del rendimiento. Aparentemente son atajos. Posiblemente, no
necesitemos empezar a entrenar a los 10 años durante 1000 horas al año para que
ellos puedan alcanzar la élite a los 20. Tal vez, es posible que si nosotros no
empezáramos la especialización a una edad tan temprana, no tendríamos tantos nadadores
talentosos quemados en la adolescencia. Claro, seguramente, no registraremos récords tan alucinantes en
niños de 10 años, pero estos nadadores posiblemente seguirán nadando a un gran
nivel a sus 20 años.
Este es el dilema.
Los datos muestran claramente que en
natación los nadadores de élite empiezan
a especializarse muy temprano en su camino para alcanzar el éxito. Y
esta especialización temprana claramente funciona para ellos. Pero estos
nadadores representan aproximadamente a los que están situados en la cumbre. Si
hablamos en porcentajes sería el 0,001% de los nadadores.
Los estudios también indican que una
tempranera iniciación puede ser beneficiosa para todos los nadadores. Es la
especialización temprana y un precipitado inicio al entrenamiento intenso lo
que provoca que muchos nadadores se cansen de las demandas del deporte o dejen
de mejorar en relación a sus compañeros. Y ahora, estamos hablando del 99,999%
de los nadadores, lo cuales no alcanzan la élite.
¿Debemos entrenar a nuestros nadadores
asumiendo que ellos serán parte del pequeños grupo de la élite? ¿Sobre la suposición
errónea de que el entrenamiento intenso debe comenzar de pequeños para alcanzar
la grandeza? ¿O proporcionaremos a nuestros nadadores un poco de equilibrio en
sus vidas y los entrenaremos para que aún se diviertan cuando alcancen su pico
físico a los 20 años?
Esta es la pregunta que cada entrenador
tiene que hacerse a si mismo.